Eso dice todo el mundo. No sé que tan cierto será, y sin ánimos de sonar machista ayer me di cuenta de que las mujeres no estamos hechas para el volante, o al menos no lo manejamos con tanta facilidad como los hombres.
Si bien las mujeres somos buenas en muchas cosas, parece que la naturaleza se ensañó con nosotras a la hora de conducir, es como si existiera una partícula de un cromosoma que no poseemos, o algún compuesto Schumacheriano en la testosterona. Resulta increíble la cantidad de accidentes registrados en los cuales el conductor es de sexo femenino. Por no nombrar las muchas rayas que hemos pasado, como la de la chama de la UCAB que "estacionó" su carro en el Cincuentenario (si no la conocen al final de la entrada publicaré el video) además de los muchísimos videos de drivers fail, en los cuales somos las protagonistas.
Escribo todo esto para que la entrada cobre sentido, pues resulta que ayer me colé en una lección de manejo que José Miguel (mi padrino y esposo de mi mamá) le iba a dar a mi primo en el carro de una tía (un Getz sincrónico de lo más bonito). En fin, una vez los tres en el carro nos dispusimos a buscar algún buen sitio para practicar, que estuviese alejado de la civilización, pero que fuese seguro y sin malandros. Como nos dimos cuenta de que estamos en Venezuela y eso era imposible nos conformamos con un circuito mediano en Residencias Palo Negro. Hasta ahora todo marchaba bien, se veía seguro y desierto.
Después de escuchar las 324234534 instrucciones requeridas para encender un carro sincrónico (Prende el carro, quítale el freno de mano, mete el croche, ponlo en primera, etc etc etc) mi primo José Manuel, fue el primero en tomar el volante. Un par de intentos y logró arrancar sin problemas, después de un rato ya parecía haber dominado el arte de encender y hacer andar un carro sincrónico sin que se le apagara en una de las metederas y sacaderas del croche.
Todo fino, le dió unas cuantas vueltas al circuito y ya era mi turno de manejar.
Si bien las mujeres somos buenas en muchas cosas, parece que la naturaleza se ensañó con nosotras a la hora de conducir, es como si existiera una partícula de un cromosoma que no poseemos, o algún compuesto Schumacheriano en la testosterona. Resulta increíble la cantidad de accidentes registrados en los cuales el conductor es de sexo femenino. Por no nombrar las muchas rayas que hemos pasado, como la de la chama de la UCAB que "estacionó" su carro en el Cincuentenario (si no la conocen al final de la entrada publicaré el video) además de los muchísimos videos de drivers fail, en los cuales somos las protagonistas.
Escribo todo esto para que la entrada cobre sentido, pues resulta que ayer me colé en una lección de manejo que José Miguel (mi padrino y esposo de mi mamá) le iba a dar a mi primo en el carro de una tía (un Getz sincrónico de lo más bonito). En fin, una vez los tres en el carro nos dispusimos a buscar algún buen sitio para practicar, que estuviese alejado de la civilización, pero que fuese seguro y sin malandros. Como nos dimos cuenta de que estamos en Venezuela y eso era imposible nos conformamos con un circuito mediano en Residencias Palo Negro. Hasta ahora todo marchaba bien, se veía seguro y desierto.
Después de escuchar las 324234534 instrucciones requeridas para encender un carro sincrónico (Prende el carro, quítale el freno de mano, mete el croche, ponlo en primera, etc etc etc) mi primo José Manuel, fue el primero en tomar el volante. Un par de intentos y logró arrancar sin problemas, después de un rato ya parecía haber dominado el arte de encender y hacer andar un carro sincrónico sin que se le apagara en una de las metederas y sacaderas del croche.
Todo fino, le dió unas cuantas vueltas al circuito y ya era mi turno de manejar.
Si bien yo había practicado antes (unas dos veces hace como 1 año en un carro automático), José Manuel parecía mucho más experimentado que yo, a pesar de nunca haber agarrado un carro en su vida.
Acomodo el asiento, los laterales y el retrovisor. Prendo el carro, funciona a la primera, así que nada... voy bien. En eso, José Miguel me dice: "Vamos practicar antes de arrancar como frenar bruscamente, presiona a la vez el pedal del croche y el del freno con fuerza" Perfecto. Lo hice tantas veces como él me indicó, lo que ninguno contaba es que ESO me iba a nulificar la independencia de los pies durante toda la tarde, lo cual me trajo muchísimos problemas en el transcurso de la clase.
En fin, quito el freno de mano, meto el croche, pongo primera y empiezo a acelerar -según yo- poco a poco. Sin embargo, cuando me doy cuenta la había acelerado demasiado, estaba presionando el croche y el acelerador con la misma fuerza xD
Bueno, seguí tratando hasta que pude arrancar en una velocidad aceptable, di unas vueltas y todo marchaba bien, ahora me tocaba frenar suavemente y con delicadeza pero por instinto, metí el freno y el croche a la vez y he pegado el frenazo más feo de mi vida :) casi dejo a mi primo sin dientes.
Terminó mi turno y volvió de nuevo el de mi primo, que tuvo más problemas que la primera vez pero aún así le fue bien y aprovechó la lección.
Dentro de todo estuvo genial la tarde, aprendí pero considero que necesito más práctica. Poco a poco podemos quitarnos esa fama de malas conductoras, es sólo cuestión de estar atentas :)
Algún consejo para una chica que está decidida a manejar como un hombre? xD
Acomodo el asiento, los laterales y el retrovisor. Prendo el carro, funciona a la primera, así que nada... voy bien. En eso, José Miguel me dice: "Vamos practicar antes de arrancar como frenar bruscamente, presiona a la vez el pedal del croche y el del freno con fuerza" Perfecto. Lo hice tantas veces como él me indicó, lo que ninguno contaba es que ESO me iba a nulificar la independencia de los pies durante toda la tarde, lo cual me trajo muchísimos problemas en el transcurso de la clase.
En fin, quito el freno de mano, meto el croche, pongo primera y empiezo a acelerar -según yo- poco a poco. Sin embargo, cuando me doy cuenta la había acelerado demasiado, estaba presionando el croche y el acelerador con la misma fuerza xD
Bueno, seguí tratando hasta que pude arrancar en una velocidad aceptable, di unas vueltas y todo marchaba bien, ahora me tocaba frenar suavemente y con delicadeza pero por instinto, metí el freno y el croche a la vez y he pegado el frenazo más feo de mi vida :) casi dejo a mi primo sin dientes.
Terminó mi turno y volvió de nuevo el de mi primo, que tuvo más problemas que la primera vez pero aún así le fue bien y aprovechó la lección.
Dentro de todo estuvo genial la tarde, aprendí pero considero que necesito más práctica. Poco a poco podemos quitarnos esa fama de malas conductoras, es sólo cuestión de estar atentas :)
Algún consejo para una chica que está decidida a manejar como un hombre? xD
(Pd: El video prometido)